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No hay que pedirle peras al olmo
Parto de un refrán de mi maestra de cuarto grado, Blanca, “no hay que pedirle peras al olmo”, para analizar las expectativas irreales que ponemos en los LLM. En el artículo trato sobre sus límites: no son fuentes de verdad (pueden “alucinar”) ni tienen juicio ético. Para usarlos bien debemos ser realistas.
Pablo Sciolla
29 jun4 Min. de lectura
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